Pastelitos Chicotrópicos

Aunque esto es un decir porque en Peleliu, donde está Eugene, va a haber marcha para rato... La misión de los americanos es cruzar el aeródromo con los japoneses en frente. Básicamente consiste en cruzar, sin apenas protecciones, un terreno bastante amplio. Para más inri, los Marines apenas tienen agua y la que encuentran ha sido envenada por los japoneses. Las condiciones no pueden ser más difíciles.

A pesar de la valentía que muestran algunos, como Eugene, los Marines sufren numerosas bajas. Entre otros, caen heridos Yardas y Leckie, el segundo tras intentar conseguir ayuda para el primero. Los dos son sacados de la batalla, conducidos al barco y de vuelta a casa.

Otros consiguen llegar hasta su objetivo, pero el siguiente paso es hacerse con el control de las colinas, donde los japoneses son fuertes. Tras una pequeña inspección y un intercambio de disparos, el capitán observa que los japoneses están fortificados, y por tanto es necesario cambiar la estrategia. Desobedecer las órdenes podría salirle bastante caso, así que se arriesga a volver al puesto de mando para recibir otras nuevas. Entretanto, Eugene se ha ganado el apodo de Eugene-tonic y el respeto de sus compañeros y oficiales por su actuación.

Y así, la batalla de Peleliu, que se preveía corta, empieza a alargarse. No en vano, realmente los Marines tardaron dos meses en acabar allí con la resistencia japonesa.