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martes, 6 de abril de 2010

The Pacific - Repaso Cuarta Parte

Tras el pequeño parón bélico que supuso la entrega anterior, los Marines vuelven a la acción, a la guerra y al enfrentamiento directo con los japoneses. Pero también a esa parte de la guerra que no estamos acostumbrados a ver, la de las secuelas que deja en quienes participan en ella.



Aunque lo primero que veremos será a un grupo de Marines haciendo maniobras en California, muy lejos de donde se están librando las verdaderas batallas. Allí está entrenándose Eugene Sledge, con lo cual significa que es previsible que dentro de poco le veamos combatir de verdad.

Es diciembre de 1943, es Navidad, pero la guerra continúa. Leckie ha vuelto a acordarse de escribir a Vera mientras vuelven a su siguiente destino. Otra vez una isla del Pacífico donde tendrán que combatir a los japoneses en unas condiciones espantosas: la selva y sus mosquitos, la lluvia constante... Hay que recordar que además, Leckie ha sido enviado a Inteligencia como "castigo" por el arrebato que le dio tras su desengaño amoroso en Melbourne.

Los ataques japoneses, para no perder la costumbre, en mitad de la noche. Con su peculiar estilo kamikaze, son masacrados por los americanos. Mientras contemplan el panorama, ya por la mañana, uno de los compañeros de Leckie dice una frase que me gustó mucho: "Os aseguro que en la siguiente guerra habrá dos hombres menos: yo y el militar que venga por mí". Por otro lado, comentan que los japoneses que quedaban en su zona de la isla en la que se encuentran (Gloucester), han salido huyendo, abandonando a sus heridos en un campamento mientras otros cien se han ofrecido voluntarios para quedarse a luchar. Otra buena muestra de ese peculiar estilo de hacer la guerra...


En una de sus incursiones con el resto del equipo de Inteligencia, Leckie encontrará su particular tesoro (pistola incluída) y verá como Gibson, uno de sus compañeros, asfixia a un moribundo soldado japonés. Las heridas internas de la guerra empiezan a verse en este momento. Por otro lado, no falta un recuerdo para John Basilone, con bastante mala leche por parte de los compañeros... Basilone fue enviado, también en el anteorior episodio, de vuelta a casa con la "misión" de vender bonos de guerra.

El "tesoro" de Leckie le traerá problemas con su teniente, que se lo apropia para sí y además castiga al Marine a limpiar el comedor de oficiales. Otra escena que vuelve a poner de relieve lo que puede provocar la guerra en la mente de los soldados es la que de nuevo presencia Leckie mientras está limpiando, y que no es otra cosa que el suicidio de otro compañero. Para más inri, el propio Leckie empieza a sufrir las consecuencias de la guerra: tiene enuresis o, dicho de otra forma, incontinencia. Todo lo que le recomiendan es que permanezca seco... en un lugar húmedo.


En Pavuvu, Corddry enferma de malaria -se recupera, no problem- y Leckie vuelve a sufrir su incontinencia, y es hospitalizado. El hospital en cuestión es más bien un manicomio. No es que a Leckie se le haya ido la olla como les ha pasado a la mayoría de los que están allí, sino que se podría decir que está "cansado", agotado de la guerra. Así se lo cuenta al doctor que les trata y que le recomienda que se quede en el centro un tiempo más. Leckie, sin embargo, no está bien allí (lógico) y solicita el alta una vez que ha conseguido reponerse de la enuresis. Antes de eso, divisa a una enfermera guapetona (el recuerdo de Vera se diluye fácilmente), ayuda a parar a uno de los enfermos cuando sufre un ataque y descubre que Gibson está también allí encerrado.


Leckie tendrá que convencer al doctor de que le deje marcharse y, para ello, no tendrá más remedio que renunciar a parte de su "tesoro", la pistola. El método es efectivo y consigue el alta. Cuando va a despedirse de Gibson... bueno, no es la mejor despedida que he visto. Que te deseen que tu muerte sea rápida e indolora para que dejes de preocuparte, no es lo mejor si te estás marchando a la guerra, pero en fin, el pobre Gibson no está en sus cabales. Tampoco consigo entender por qué lo mantienen ahí... Por mucho que se recupere, yo no volvería a poner un arma en sus manos. Y así, Leckie vuelve a su unidad...


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