Pastelitos Chicotrópicos

Tras el parón navideño y para ir abriendo boca antes de la vuelta de la segunda temporada, FOX ofreció el lunes un capítulo de Fringe de la primera temporada que no llegó a emitirse. Es uno de esos capítulos que no cuentan nada sobre la trama principal de la serie sino que únicamente se resuelve uno de esos casos raros típicos de la División Fringe.

En esta ocasión, nos situamos en un hospital. Una madre llorosa observa como un sacerdote da el último sacramento a su hijo antes de desconectarla y proceder a la extracción de órganos para donarlos a otras personas. Precisamente durante la operación de extracción de los órganos, la chica (Lisa Donovan) resucita diciendo unos números y letras aparentemente aleatorios. Yo no sé por qué sigo asustándome si estaba viendo venir que algo raro iba a pasar... En fin, por supuesto, los números de aleatorios nada. Son unos códigos altísimamente secretos de la Marina que sólo conocía Andrew Rusk, un militar que ha desaparecido.

Así que tanto la Marina como los fringitos están metidos en el lío. No hay ninguna conexión aparente entre Rusk y Lisa, sin embargo, la chica de vez en cuando se ve poseída por el militar. Éste habla a través de ella (¡en ruso!) o se le aparece mientras se está lavando la cara. Otro susto bueno, sí.

Los fringitos, Olivia mediante, plantean a la madre de Lisa que Rusk está hablando a través de su hija,  pero la buena mujer -ferviente católica- pasa del tema... Su hija no lo hace y llama a Olivia desde un desguace de coches en plena noche. ¿Por qué esa manía de ir a sitios inhóspitos en plena noche? Lisa tiene una buena (ja) razón. Allí fue donde asesinaron a Rusk. Un hombre desconocido -por ahora- le disparó. Y es cierto, el EFBIAI! encuenta al bueno de Rusk con un tiro en la cabeza en el maletero de un coche.

Pero Lisa no consigue librarse del militar ni a tiros -nunca mejor dicho- aunque Walter elabora un nuevo plan. Cree que puede exorcizar -científicamente siempre- a Lisa. Según Walter, se ha producido una transferencia de energía entre Rusk y Lisa y se apoya en que la hora de la muerte de uno y la de la resurrección de la otra coinciden. Olivia, por su parte, sigue la teoría de Walter pero piensa que, para colmo, Rusk estaba enfermo y que eso es lo que ha favorecido la transferencia. La agente Dunham está en lo cierto: Rusk había estado expuesto a radiación, así que la teoría de Walter toma fuerza y comienza el experimento...

Durante el exorcismo científico la consciencia de Rusk se manifiesta a través de Lisa de nuevo y con más fuerza. Además, Olivia aprovecha para intentar sonsacarle quién le mató y Rusk acierta a decir que la persona que lo hizo tenía herido su brazo izquierdo. Así, Olivia y Charlie (¡qué bueno ha sido volver a verle en su estado normal!) localizan a Jake Segell, otro marine. Éste reconoce que mató a Rusk por encargo de Teresa Rusk, o sea, su mujer... Por otro lado, parece que Lisa se ha librado al fin de Rusk pero sólo lo parece... Él sabe que su mujer planeó su asesinato porque Segell se lo dijo antes de dispararle, así que ahora utilizará su nuevo cuerpo, el de Lisa, para vengarse.

No sé cómo lo hace Peter pero siempre consigue llevar antes que el EFBIAI! al lugar en el que se está liando parda (en este caso, la casa de Rusk). Rusk-Lisa ha atado a Teresa y está a punto de quemarlo todo cuando Peter consigue contactar con la consciencia dormida de Lisa para evitar que la consciencia dominante de Rusk haga una burrada. Además, Charlie aparece providencialmente con su pistola de dardos sedantes y dispara justo a tiempo a Rusk-Lisa. Tras esto, la chica se ha librado de su parásito y sus escáneres dan resultados normales. Walter señala que tal vez Rusk ya terminó sus asuntos pendientes (muy típico esto de películas de fantasmas) y que ya se ha marchado.

Lisa y su madre, felices y contentas, agradecen los servicios prestados por los fringitos aunque Lisa se lo agradece sobre todo a uno...

...y advierte a Olivia: "Ya puedes darte prisa o te lo quito, chata". Ay, esta Olivia no sabe lo que se pierde...

Siempre tiene que haber un final inquietante para que Fringe sea Fringe. En este capítulo, al mismo tiempo que la feliz Lisa se ha librado de su fantasma, se ha producido un aparatoso accidente de tráfico. El ocupante de uno de los vehículos resucita... y habla en ruso.