Pastelitos Chicotrópicos

Reconozco que tenía un poco de miedo de este capítulo. Es decir, no del capítulo en sí porque no tendría ningún sentido, sino de que, después de "The Suitcase", cualquier otro episodio me decepcionara. Pero no ha sido así. Salvando las distancias con el 4x07, que es de lo mejorcito de Mad Men (no de esta temporada, que también, sino de la serie en conjunto), este episodio ha sido muy bueno. Ha ido más allá de la historia Don, ha recuperado a Betty y ha mantenido a Peggy y a Joan como dos pilares básicos.

Joan no está pasando por su mejor momento porque Greg se marcha a recibir su entrenamiento básico, y eso significa que el momento en el que tendrá que irse a Vietnam se acerca muy rápido. El estado de ánimo de Joan le juega una mala pasada en la oficina, enfrentándose con Joey. A pesar de los intentos de Peggy por evitar que Joey se meta en problemas con Joan, advirtiéndole de que Joan no es sólo una secretaria más, Joey hace caso omiso y continua con sus burlas, que terminan por desembocar en un dibujo obsceno de Lane y Joan que ésta misma y Peggy ven. Peggy le enseña el dibujo a Don, creyendo que él se va a encargar del problema, pero Don le dice que si quiere hacerse respetar, debe ser ella misma la que tome cartas en el asunto, así que Peggy va a hablar con Joey, al que le exige que se disculpe con Joan, pero él se niega. Ante la negativa, Peggy le despide. Cuando más tarde le dice a Joan lo que ha pasado, su compañera no reacciona del modo que Peggy espera, sino diciéndole que no tenía por qué despedir a Joey porque ella lo tenía bajo control. Cuando Peggy intenta decirle que lo que ha hecho ha sido defenderla, Joan le da otro punto de vista: "Ahora yo parezco una secretaria insignificante y tú una bruja sin sentido del humor". Ha sido un poco injusta Joan con Peggy, pero se lo perdonamos porque la pobre está afectada por la marcha de Greg.

El protagonista del capítulo, no obstante, es Don. Apartándose de la bebida, yendo a nadar y escribiendo una especie de diario, Don intenta tomar perspectiva. Desde de su divorcio Draper no ha estado precisamente fino, y parece que la muerte de Anna ha sido un punto de inflexión para empezar a ver las cosas de otra forma. Así que Don queda con Bethany, que la chica está que se muere por sus huesos (qué raro...) y, sorpresa, por allí aparecen Betty y Henry. Para la exmujer de Don no es plato de buen gusto verle con otra y, muy en su estilo, termina por fastidiarle la noche a Henry, que se molesta y mucho por que su mujer dé tanta importancia al encuentro con Don. Además, el matrimonio Francis va a celebrar el cumpleaños del pequeño Gene y no quieren que Don aparezca por su casa. Es más, Henry se pone en contacto con Don para pedirle que vaya a buscar las cosas que aún están allí y que lo haga cualquier día menos el de la celebración.

Don dice saber ya como es Bethany (se lo dice a su diario) así que parece que la chica poco más tiene que hacer con él. Pero la que sí tiene opciones -¡mira que lo dije!- es Faye, con la que Don consigue quedar a cenar. Para decepción de ella, después de la cena la cosa se queda en un beso, porque según le dice Don "eso es lo más lejos que puede ir de momento". Habrá más, me apuesto cualquier cosa.

Al día siguiente, Don se presenta en su antigua casa, en la celebración del cumpleaños de Gene. Aunque a Henry no le hace ninguna gracia, Betty se comporta como una persona normal y deja a Don que juegue con su hijo, mientras le dice a Henry que no pasa nada, que ellos lo tienen todo... al mismo tiempo, mira a Don de una forma bastante llamativa. Vamos, que la mirada dice mucho más que sus palabras. 

Un último apunte (personal) al episodio porque tengo que alabar el trabajo de January Jones. Su personaje (Betty) es desagradable y cae mal a la mayoría de los que seguimos la serie y, sin embargo (y ya sé que lo he dicho más de una vez en los repasos), la he echado de menos a lo largo de esta temporada. Con este capítulo, la Betty más desagradable ha vuelto en ese momento de discusión con Henry en el coche, volviendo a su casa después de arruinarle la cena a su marido. Pero también la Betty tierna estaba ahí cuando ha cogido a Gene y se lo ha pasado a Don, y mientras miraba al padre y al hijo jugueteando. Decía January Jones en el número que la revista Rolling Stone le dedicó a la serie, que procuraba no juzgar a su personaje para poder interpretarlo bien. Pues lo hace de maravilla... A mi me alegra no tener la responsabilidad de interpretar a Betty y sí tener el privilegio de ver a January Jones actuando y poder comentarlo.