Pastelitos Chicotrópicos

Esta vez estamos ante un capítulo de Fringe que no es para nada convencional. No hay un inicio impactante, no hay un caso raro y no hay avances en la trama, salvo a última hora. A primera vista, parece un capítulo de relleno, medio musical además, de preparación para la traca final de la temporada. Sin embargo, el tratamiento que los personajes reciben en este eposiodio, quizás pueda darnos alguna pista... o quizás sólo sea fruto de la fumada de Walter.

La marcha y desaparición de Peter han provocado que Walter maté sus penas a base de una droga que él mismo llama Brown Betty, y que es la causante, junto a Ella, la sobrina de Olivia, de que la mente del doctor Bishop divague a lo largo de todo el capítulo y nos cuente una historia de detectives a la vieja usanza. 

 

La protagonista de esta historia es la detective Olivia Dunham, que sólo acepta casos sobre el verdadero amor. Quien la contrata es Rachel, su hermana en la realidad, una simple cliente en esta historia de Walter, con la esperanza de que Dunham pueda encontrar a su prometido: Peter Bishop. Peter trabajaba junto al doctor Walter Bishop, aunque no existía parentesco entre ellos, y ha desaparecido llevándose consigo un corazón de cristal con propiedades mágicas.

En su investigación, Olivia se cruza primero con Broyles, mucho más frío que de costumbre, y luego con Nina Sharp. Ésta, sin embargo, no desentona tanto. Primero se muestra dispuesta a colaborar para, poco después, intentar zafarse de Olivia con ayuda del Observer. Nina Sharp siempre ha tenido un punto oscuro en su relación con Olivia y con el equipo Fringe en general, midiendo muy bien la información que les ha dado, y eso se pone de relieve de nuevo en este episodio. En resumen, vuelven las dudas sobre las auténticas intenciones de Massive Dynamic y su cabeza visible. En cuanto al Observer, interviene abiertamente en la acción atacando a Olivia y advirtiéndole de que "no meta su corazón donde no le corresponde".

 

Antes de ser atacada, Olivia se ha reunido con Walter. A primera vista, el científico es todo un genio lleno de bondad, inventor del chicle, el arco iris y los cadáveres cantarines, que ha sido engañado por su ayudante (Peter), el cual le ha robado uno de sus grandes inventos: el corazón de cristal. Tanto Walter como Nina coinciden en decirle a Olivia que Peter es un individuo peligroso.

 

Por último, no podía faltar Astrid (Esther en la mente de Walter), que cumple un papel similar al real como fiel ayudante de Olivia.

Dunham llega a Peter gracias a un secuestro que sufre por parte del Observer y Nina Sharp, tras haber seguido a esta hasta su casa y ser testigo de la conversación -semiamorosa- por videoconferencia -en blanco y negro- entre Nina y William Bell. Aunque la indumentaria de los protagonistas corresponda a los años 40-50 del pasado siglo, la tecnología ya estaba bastante avanzada (¿la mente de Walter ha hecho un cruce al otro lado, en el que nos sacan ventaja?).

 

El caso es que Olivia no encuentra a Peter, sino que éste la encuentra a ella cuando el Observer y Nina la lanzan al mar en una caja de madera. Peter le cuenta a Olivia la verdad sobre Walter, cuyos grandes inventos han sido posibles gracias a introducirse en los sueños de los niños, creándoles pesadillas y estableciendo un patrón. Peter tiene el corazón, sí, y le explica a Olivia que nació con él y pensaba dárselo a Walter hasta que descubrió la verdad. En mitad de la conversación, son atacados por un ejército de Observers que logran quitarle el corazón a Peter. Olivia tiene que hacer uso de su destreza y buen pulso para colocarle a Peter unas baterías que le mantengan con vida. Peter, sin embargo, queda inconsciente mientras Olivia lo hace y nuestra detective se marca un For once in my life de lo más sentido (no pensé que vería jamás a Olivia cantándole a Peter). Pese al susto, Peter sobrevive y la pareja acude a ver a Walter.

 

El doctor Bishop se ve acorralado, pero implora a Peter para que le perdone y le deje demostrar que ha cambiado. Peter no acepta las disculpas de Walter y se marcha... Pero a Ella no le gusta este final que nuestro Walter propone, y ofrece un final alternativo y feliz. En éste, Peter accede, perdona a Walter y parte el corazón mágico en dos, que aún así sigue funcionando. Peter y Walter se reconcilian y Olivia y Peter acaban bailando juntos.

 

La agente Dunham llega ya al laboratorio cuando su sobrina acaba de terminar el cuento y les comunica a Astrid y Walter que sigue sin haber noticias de Peter. Astrid acompaña a Walter a casa, donde, desde la distancia, el Observer observa. En cuanto ve llegar a Walter con Astrid y sin Peter, llama por teléfono para comunicar que "el chico" no ha vuelto, que no está seguro de que Walter recuerde su advertencia y que él también está prepcupado. 

 

 

Este es el mayor avance del capítulo que, en realidad, tampoco es tal porque ya sabíamos que Peter era una pieza clave. Lo que es importante es que corre prisa por que Peter aparezca. Sea lo que sea lo que vaya a suceder, se está acabando el tiempo.