Pastelitos Chicotrópicos

Dos semanas y dos capítulos de V después -y a un capítulo de un larguísimo parón de la serie que recomenzará en marzo- volvemos a darles un repaso a los lagartos.

El episodio piloto terminó con la reyerta en la reunión de la incipiente Resistencia, sabiendo que Dale, el compañero de Erica, era en realidad un lagarto infiltrado. El segundo capítulo retomó el momento romántico entre el páter Jack y Erica, pensando ambos qué pasos debían dar a continuación. En ese segundo capítulo titulado There is no normal anymore, ambos se verán envueltos por las dudas. El páter por qué no sabe cómo asimilarlo todo (y no hablo sólo de la buenorra de Juliet Erica) y la agente porque el haber tenido un compañero lagarto la convierte en una paranoica. Los dos se separan tras el ataque con la consigna de no confiar en nadie y tan deprisa que no tienen tiempo ni para intercambiar números de teléfono. Pero relax, la historia de amor lucha contra los extraterrestres no ha terminado. Estos dos se meten en una ivestigación efbiai-ana pero cada uno por su lado: Erica será interrogada por la misteriosa desaparición de Dale, e incluso estará en la cuerda floja, pero conseguirá desviar la atención de su jefe (que tié una pinta de lagarto que echa pa'trás) y, aunque no dirá una palabra sobre reptiles, sí logrará probar que Dale era un traidor que colaboraba con la célula terrorista a la que perseguían (benditos registros de llamadas de teléfono); el confundidísimo páter, por otra parte, recibirá una visita de una agente del EFBIAI para hablar sobre el "loco" gracias al cual fue a la reunión de la Resistencia. Grandísimo el encuentro en las oficinas del EFBIAI entre Erica y el páter:

Erica: ¿Eres cura? -Jo, qué morbo esa sotana-
Jack: ¿Eres agente del EFBIAI? -Jo, qué morbo una titi con pistola-

Morbo y amor aparte, Erica tiene unas palabras con el cura ("¿No te dije que no te fiaras de nadie? ¡Cualquiera puede ser un visitante! Og, ¡hombres!) pero al final los dos coinciden -de nuevo- en que hay que ponerse a trabajar. La cuestión es: ¿cómo? Erica, que es una mujer de recursos, consigue una lista de personas que han llamado al EFBIAI para alertar sobre los visitantes. Es una buena forma de empezar a contactar con gente para formar la Resistencia.

Y lo mismo tratará de hacer Ryan, el lagarto bueno. Él contactará con Angelo Russo que será quien cure su herida del brazo y quien le drogará (había oferta ese Día: 2x1) porque no se puede fiar de él con todo lo que le está contando sobre resistir. El tal Angelo no es maligno, de hecho poco después vuelve a contactar a Ryan para advertirle de que debe tener cuidado, especialmente porque Valerie puede verse involucrada.

Chad, el periodista ninguneado por la todopoderosa lagarta Anna, decide devolver el golpe. "¿Merecen los visitantes nuestra confianza?", se pregunta ante su bastísima audiencia... A Anna no le mola nada que Chad les cuestione, ante todo le preocupa su imagen de cara a la opinión pública, pero Chad se defiende diciendo que "en el fondo" les está ayudando. Bueno, de momento Anna traga con la salida de tono de su amigo humano, pero cuidadito con tocarle las narices.

Uno de los momenos más enormes del episodio es el final: Dale tumbado en una habitación totalmente blanca inmaculada y ¡PUMBA! abre los ojos. Ay, qué miedito. En el tercer capítulo, A bright new day, Dale tratará de recordar quién le abrió la cabeza y, por tanto, quién sabe que es un visitante. Otro de los suyos se encargará de ayudarle pero ¡ahahá! resulta que ese otro es un lagarto majete de la Quinta Columna, o sea, un desertor como Ryan.

Sobre la Quinta Columna hablan Ryan y Georgie. Ésta es un escuadrón de rebeldes que se formó hace ya tiempo, al parecer antes de que Ryan y Georgie se conocieran, y que estaba dirigido por John May, el primer lagarto disidente. La misión de Ryan es volver a unir a la Resistencia y eso es lo que le comunica a Georgie. Visitará para ello a Cyrus, un ex-compañero de la antigua Resistencia pero éste no es tan simpático como Angelo y lo que pretenderá será entregarle a los visitantes. No lo consigue pero Ryan sí les hace llegar un mensaje a los lagartos: John May vive. (¿Quién es? ¿Dónde está? ¿Cuándo le veremos? Seguro que más sooner que later).
Anna mientras tanto sigue tratando de mantener su imagen ante los humanos y más cuando las protestas aumentan y hacen bastante ruido. La muy lagarta, como siempre hasta el momento, lo consigue. Su hija Lisa, a la vez, se mete a Tyler (el hijo de Erica) en el bolsillo -magreo y pillada de Erica incluidos- y termina el episodio diciéndole a su madre que "Tyler es el escogido". ¿Pará qué? Ni idea, pero el muy pardillo ha caído bien... ¡qué perras son las hormonas!

Al margen de Ryan y Georgie, el páter y Erica también intentan armar la Resistencia tirando de esa lista que comenté antes. En esa lista que Jack revisa a conciencia aparece Georgie, con el que consigue contactar (o más bien Georgie contacta con él). Por su parte, a Erica le toca vigilar el Centro de Embajadores de la Paz de los visitantes, que se encuentra amenazado por un falso terrorista (Anna lo planea todo para ganarse puntos frente a la opinión pública, de la misma forma que consigue que la cabeza visible de los que protestan por su llegada, Mary Falkner, acabe poniéndose de su lado). El segundo de abordo de la jefaza lagarta era el falso objetivo al que Erica salva. Sin embargo, todo el montaje sirve para que la agente Evans investigue un poquito a los lagartos y descubra una sala llena de imágenes de cámaras. Todo el mundo controlado por los visitantes gracias a dispositivos en sus uniformes. Muy pero que muy inquietante...

Y al final toca ponerse al día. Erica le cuenta a Jack lo que ha descubierto y éste hace lo mismo. En esas llega una visita. Es Georgie y no viene solo: Ryan le acompaña. Queda claro que ellos cuatro serán el núcleo de la nueva Resistencia.

La próxima semana, el cuarto y último episodio de este año.