Pastelitos Chicotrópicos

¡Y yo que echaba de menos a Betty! Pues de nuevo la ex de Don aparece porque el tema del divorcio va  a traer cola, especialmente en lo que tiene que ver con los niños, y sobre todo con Sally. En la agencia también está la cosa movida por intentar conseguir una nueva cuenta captada por Pete que va a tener la frontal oposición de Roger...

Sobre SCDP, la agencia tiene la opción de captar a Honda, gracias a los contactos de Pete. A pesar de que Roger se opone por el odio que tiene a los japoneses (por la II Guerra Mundial), el resto de socios están de acuerdo en que es una gran oportunidad y acuerdan dejar a Roger al margen para poder reunirse con los japoneses. Pese a todos los esfuerzos, justo al final de la reunión aparece Roger para arruinarla y, aún así, los japoneses siguen contando con la agencia. La irrupción de Roger provoca el enfado del resto de socios y muy especialmente el de Pete, que le echa en cara no querer la cuenta de Honda para seguir dependiendo de Lucky Strike y que todos tengan que depender de Roger. Don debe in tervenir para evitar que la discusión acabe en algo más serio. 

Como pese a Roger, la agencia tiene opciones, Don y el resto se ponen a trabajar. Lo fundamental es quitarse de encima a los competidores, y para ello, Don diseña un plan para engañarles. Con la ayuda de Pete, Peggy y Joan, hacen creer a sus rivales que se están saltando las estrictas normas de los japoneses rodando un anuncio. El plan de Don sale a la perfección: engaña a sus rivales y se presenta en la reunión con los japoneses afirmando que su agencia se retira, ya que ellos no han cumplido sus propias normas. Con las mismas, les devuelve el cheque de 3.000 dólares, que era el tope con el que contaba cada aspirante para hacer la presentación.

Lane y Pete le dicen a Don que lo ha bordado, sus principales competidores están fuera de juego y ellos se han ganado a los japoneses. Roger seguirá enfrascado en su pasado y después de la discusión con Pete se mantiene al margen de todo. Solamente comenta cómo se siente con Joan, que le pide que deje de sentir lástima de sí mismo y no le cuente nada sobre la guerra, ya que Greg pronto tendrá que marcharse a Vietnam.

Mientras en la oficina todo son felicitaciones para Don (salvo por su secretaria, que es un caso), su vida personal sigue dando bandazos. Sally empieza a hacer cosas raras como cortarse el pelo o tocarse... Betty, que discute con Don después de ver a su hija con nuevo look, no sabe cómo reaccionar, y Henry le advierte de que quizás lo mejor para Sally sea ver a un profesional. Aunque Betty no está muy convencida dada su experiencia, finalmente acepta y se lo comunica a Don, que no tiene mucho que discutir con su ex mujer, pero sí lo comenta con Faye y además se entera de que ella está soltera. Ese momento de sinceridad entre ambos deja mucho en lo que pensar (¿es Faye el nuevo objetivo de Don? Aunque salga con Bethany de vez en cuando, se ve claro que no le diría no a Faye).

Betty va a ver a una psiquiatra especializada en niños, habla con ella sobre Sally y sobre que empezó a cambiar algo antes del divorcio (tras la muerte de su abuelo) y se enrolla también contándole algunas cosas de su vida. La dra. Edna se da cuenta de que tampoco Betty está muy bien, aunque ella afirma que sí. Acuerdan las citas y el capítulo llega a su fin con Carla y Sally en la consulta de la Dra. Edna.

No podían tardar mucho en aparecer las consecuencias del divorcio ya no sólo en Betty y Don sino también en los niños, y la cosa va a centrarse más en Sally porque con su edad y las circunstancias que la rodean, es normal que sea la que más lo sufra. Seguro que en adelante vamos viendo más sobre esto y también sobre la relación Betty-Henry.