Pastelitos Chicotrópicos

Empezamos el capítulo por el final… No es capricho mío, que pudiera ser, sino que las primeras imágenes que nos muestran son del Equipo A equipo del EFBIAI (Mark, el chino & company) dirigiéndose al coche, back home… Mark hace una llamada: “Sólo quería compartir las buenas noticias contigo…”. Se montan en el coche y… ZASCA! Un supercochazo lleno de tíos chungos se los lleva por delante para acto seguido disparar con una especie de bazooka. A lo mejor era otro tipo de arma, es que no ando muy puesta, lo siento.

39 horas antes… (Sí, os vais a quedar con las ganas de saber lo que ha pasado después ¡juajua!). Como decía, 39 horas antes nuestros chicos están en Washington, intentando conseguir financiación para seguir adelante con el Proyecto Mosaico (al que podéis contribuir pinchando en el enlace Mosaic que hemos puesto a la izquierda, bajo el título “What did you see?”, gracias). Resulta que son unos pocos los que están investigando el desmayo y el Gobierno no tiene pasta para todos, así que hay que descartar lo que no sea viable o creíble o lo que no haya dado resultados… Nuestros chicos tienen resultados (we know) pero les va a tocar demostrarlo ante una senadora maligna que odia al jefazo (el que durante su flashforward estaba plantando un pino). Para colmo, es a Mark al que le toca defender su investigación, ya que es por su visión por la que Mosaic empieza. Sólo hay un problema: Mark no lo tiene todo muy claro porque en el momento en el que su flashforward se produce estaba bebido… Y eso se lo confiesa al pinero después de que la declaración ante la senadora malvada haya estado a punto de dar al traste con todo. Afortunadamente, el jefazo tiene un as en la manga que consiste en chantajear a su buen amigo el Presidente para que la senadora no obstaculice Mosaic. Da gusto tener amigos así… Y entonces volvemos al principio que es el final: Mark hablando por teléfono, un coche que les arrolla… ¡Ah no! Aún hay más (juajua, me encanta).

Olivia, que ha escuchado una conversación telefónica entre Aaron y Mark, está con la mosca detrás de la oreja. No es para menos si escuchas al padrino Aaron recomendarle a tu marido exalcohólico que se pase por una reunión de Alcohólicos Anónimos. Lo bueno es que Olivia va directa al tema y aborda al padrino para que le cuente si pasa algo. Volvemos al tema de la confianza: “Si no confías en Mark, ¿en quién vas a confiar?”. Recordemos que Aaron le recomendó a Mark que no le ocultara nada a su mujer si quería salvar su matrimonio y Mark, de momento, ha pasado siete pueblos del asunto. Pero en fin, la doctora Benford parece que se queda tranquila… hasta que recibe un sms en su teléfono móvil:

Falta hablar de Janis, que nos da una sorpresa: es lesbiana (y nadie lo sabe… bueno, quizás nuestro amigo el exprisionero nazi lo insinuó). La pregunta es obvia: ¿entonces qué hace embarazada?, ¿de quién?, ¿cómo?, ¿dónde?, ¿cuándo?... Lo de Janis da para muchos programas de AR, pero vamos a lo que importa: ¡se ha ligado a una jamelga que me quita el hipo hasta a mí! Bueno, esto lo dejamos para luego: se ha quedado en L.A. investigando el asunto de los cuervos de Somalia e intentando dar más información a sus compañeros en Washington para que puedan apoyar mejor la investigación. Y la cosa da sus frutos porque descubrimos, mediante imágenes de satélite, la existencia de unas extrañas torres como la que vimos al final del tercer capítulo. Janis siente un AVLH tan grande como el nuestro en aquel momento y, como no podía ser de otra forma, desde L.A. se informa a D.C.

Ahora el tema jamelga, que tiene su importancia. La chica en cuestión se llama Maya y parece que hace buenas migas con Janis. Tienen una cita que acaba en lo que, supongo, es una buena noche porque se levantan juntas y felices. Dato a destacar: Maya le cuenta a Janis su flashforward (se ve en el restaurante donde cenan con un anillo de compromiso) pero Janis se calla el suyo… Dato a destacar 2: Si no quieres que la gente se entere de tu visión, no la pongas en la web de Mosaic. Fallo Janis, ¡fallo! Maya, que es una cotilla como cualquiera, curiosea, se entera de la visión de Janis y se lo dice… A nuestra agente del EFBIAI no le sienta muy bien y se larga a hacer la compra, que es una cosa que relaja mucho por lo visto, y cuando va por la calle con esas bolsas incomodísimas a las que jamás veré utilidad, recibe una llamada: “Sólo quería compartir las buenas noticias contigo…”, dice Mark. ¡Ahá! Lo que sigue es:

¡ZASCA!
Janis: ¿Mark?
¡BUUUUUUUM!
Janis: ¿Hola? ¿Mark? ¡Mark leñe, di algo!
Tío apuntando a la cabeza de Janis.
Janis liándose a leches con Tío.
Otro Tío disparando a Janis y Janis devolviéndoselo.
Chicos en L.A. salen casi ilesos y disparan a los tíos chungos a ritmo de los Rolling Stones (versionando a Bob Dylan, pa' que no me peguen :P).

Y nos quedamos así…

...hasta la semana que viene.


(*) Como hiciera Polly la semana pasada musicalizando el título de la entrada, yo no he podido evitar acordarme de ABBA en el título del episodio y del post.