Pastelitos Chicotrópicos

Roto. Roto tengo el corazón por dentro y es que ya son demasiadas despedidas crudas. Con mejor o peor final, más o menos feliz, pero esto de escribir sobre las finales va acabar con mi salud. Entre el final de Lost, el fin de temporada de esta amada serie llamada Fringe, acabar el libro que estuve leyendo estas semanas titulado África llora y las miles de situaciones lacrimógenas a las que me vine enfrentando estos dos meses me cuesta hablar de Fringe y de todo lo que amo a ese equipo, raro y carismático. Vamos, vamos, que se que no os interesa un pijo mi vida, pero yo os la cuento porque no quiero adentrarme en el repaso, que es intentar evitar lo que es ineludible, vamos allá. (Quizás sea una dramática)

Peter pasea en helicóptero por New York, obviamente para mostrarnos lo diferente que son los universos. No está mal como se plantearon esta parte, tiene algo de coherencia, vamos; para mi no es lo típico sacado de la manga dentro del contexto que es Fringe, claro, parece que los cambios tienen un sentido y repito dentro del sentido que tiene una serie de ciencia ficción como Fringe. 

Habíamos dejado a Walter en el hospital, y ambos equipos Fringe van en su busca, a la par de como Walternate muestra que es un villano de verdad y convence a ¿Olvianate? de que los de éste universo somos todos más malos que Calígula; pero nadie como nuestra Oli con la ayuda del ambiguo William Bell para ayudar a escapar a Walter.


Walternate habla a Peter de lo mucho que necesita su ayuda para hacer funcionar una batería, éste que tiene conocimientos de aquí y de allá le dice q por supuesto que sí.

Otra cosa curiosa, resulta que Peter es un niño desaparecido muy famoso en el otro universo, algo así como nuestra Madeleine McCann. Me ha parecido bastante chula esa parte, que expliquen un poco como fue la vida post-desaparición de Peter Bishop, que para ser correcto debería de ser Peternate, ¿Verdad?

El momento de la comparación de las Olivias era algo inevitable para el transcurso rosa de la serie, como que él diga que son diferentes, en fin era algo previsible pero que tenían que meter a fuerza de ley. Estando en el apartamento que papá nate le proporcionó se dio cuenta de que la batería de la mega maquina salvadora de mundo solo se activa con su mano, ¡Ohh! Venga, esto fue un poco gratuito.



Muuuuuuuchas fueron las cosas que me gustaron de éste capítulo, pero una de ellas fue la lucha de titanes, y cuando digo esto me refiero a las Olivia´s y a Bishop vs Bell.

Vamos a empezar por los segundos que soy así de atravesada.

Uno es rico y el otro está como una cabra. Uno está atrapado en un universo que no es el suyo y el otro acaba de salir de un psiquiátrico, ambos encerrados de alguna manera por sus conocimientos y atormentados por cada uno de sus actos. Era obvia la pelea en el laboratorio de ambos, y las preguntas de Walter a William, pero te das cuenta de que ambos son igual de desgraciados. Ambos de alguna manera han pagado por sus actos, y es que cuando Walter ve el daño que sus experimentos han causado, no es para menos sentirse culpable. Dos viejos amigos, convertidos en enemigos ayudándose. En fin, me gustó, creo que se me puede notar.